Maíz
¡Cultura antigua, el maíz es alimento humano y animal y fuente de energía!
Cultivado en gran parte del mundo, ¡el maíz es versátil! Utilizado como alimento humano, alimento para animales (por su alta productividad y excelente palatabilidad) y producción de etanol, el grano de maíz es rico en fibra, carbohidratos, proteínas y vitaminas B.
Argentina es uno de los líderes de exportación en el mercado mundial, siendo el quinto país con mayor producción de maíz, con un promedio de 50 millones de toneladas/año.
El maíz requiere principalmente nitrógeno y fósforo, comúnmente aplicados durante las primeras etapas de crecimiento; Una cierta cantidad de potasio y micronutrientes secundarios como zinc, boro y manganeso, generalmente presentes en el suelo pero que pueden faltar.
Principales deficiencias nutricionales
Nitrógeno (N)
El nitrógeno (N) es clave para aumentar el rendimiento del maíz: aumenta el porcentaje total de proteínas, aceite y el peso de la espiga. Necesario ya en la siembra y especialmente en la cubierta, proporciona un inicio más rápido de la planta y define la productividad potencial del cultivo. Tiene un papel esencial en la constitución de biomoléculas y numerosas enzimas, además de ser un componente importante de ácidos nucleicos, nucleótidos, ATP, NADH, clorofila y proteínas.
Una buena disponibilidad de N, desde los momentos en que es requerido por el cultivo en grandes cantidades (aproximadamente 48 día despues de la siembra), asegura un buen crecimiento y buena provisión en el período critico (20 días antes de floración hasta 10 días después de la antesis), promoviendo un mayor rendimiento. .
Síntomas comunes del déficit de Nitrógeno:
• Coloración amarillenta de las hojas más viejas (clorosis foliar).
• Crecimiento escaso y atrofiado de las hojas.
• Necrosis en la punta de la hoja.
• Reducción del tamaño de la oreja.
• Llenado incompleto de la mazorca.
• Deformaciones de las hojas.
• Menos filas y granos por fila
Potasio (K)
El potasio (K) es el segundo nutriente más absorbido por el maíz y tiene dos funciones principales en la planta: activación de enzimas para la producción de proteínas y azúcares y acción en el control del agua presente en las células (turgencia). Contribuye a aumentar la calidad del maíz, influyendo en la masa individual de granos y el número de granos por espiga.
Síntomas comunes de la deficiencia de Potasio (K):
• Coloración amarillenta de las hojas más viejas (clorosis foliar).
• Picos estrechos y puntiagudos.
• Relleno incompleto de los granos en los extremos de las espigas.
• Reducción del tamaño de la oreja.
• Deformaciones.
• Tallos débiles, por lo que las plantas en madurez tienden a volcar con facilidad.
Fósforo (P)
Aunque el maíz no lo requiere en grandes cantidades, la deficiencia de fósforo compromete la calidad y el rendimiento de los granos. El fósforo contribuye a la rigidez del tallo y aumenta la resistencia al ataque de plagas. Es esencial para la formación de raíces y brotes, participa en la maduración de las plantas y la formación de mazorcas y granos. Para que el P no limite el crecimiento del cultivo debe estar disponible inmediatamente luego de la siembra.
Síntomas comunes del déficit de Fósforo (P):
• Crecimiento lento, plantas más pequeñas y menos vigorosas.
• Hojas de color verde oscuro y opaco, o con tinte rojo, púrpura o azulado.
Azufre (S)
El azufre es un nutriente necesario para la síntesis de proteínas y la producción de clorofila, y también es un componente de la defensa natural del maíz contra enfermedades y otras amenazas. También ayuda a la absorción de nitrógeno y está presente en todas las funciones vitales, fundamentales para el correcto crecimiento de la planta. Es un nutriente que presenta elevadas tasas de absorción a partir del estadío V5-V6. Presenta una sinergia positiva con el N, ya que un buen aprovisionamiento de N incrementa la absorción y asimilación de sulfato.
Síntomas comunes del déficit de Azufre (S):
• Hojas con coloración amarilla pálida o verde claro (clorosis), comenzando con las hojas más jóvenes, y pueden extenderse a las más viejas.
• Tonos marrón rojizo en los bordes de las hojas.
• Bajo valor nutricional de los granos.
• Bajo crecimiento de plantas.
Zinc (Zn)
El zinc es el micronutriente más relevante para el correcto crecimiento y desarrollo del maíz, contribuyendo a un buen desarrollo inicial de la planta y buen rendimiento. Además, es responsable de activar numerosas enzimas e influir en la floración y de mejorar el desarrollo inicial y el rendimiento final de los granos.
Síntomas comunes del déficit de Zinc (Zn):
• Comienzan en las bases de hojas jóvenes, originando bandas internervales cloróticas (clorosis internerval).
• Generan plantas de baja altura, al afectar el desarrollo de los entrenudos.
• Coloración amarillenta entre las venas de las hojas más jóvenes (clorosis internerval).
• Retraso en el crecimiento de las plantas.
• Anomalías en el desarrollo de hojas y tallo con tonos morados.
Boro (B)
El boro ayuda en la transferencia de azúcares y nutrientes de las hojas a los órganos reproductores del maíz, aumentando la polinización y el desarrollo de los granos. Estimula el desarrollo de las raíces y los brotes y contribuye a la formación de ramas del penacho y del estigma.
Síntomas comunes de la deficiencia de Nitrógeno::
• Aparición de rayas cerosas marrones en las hojas.
• Puntos blancos o amarillentos en las hojas.
• Crecimiento atrofiado.
Principales deficiencias nutricionales
Nitrógeno (N)
Potasio (K)
Fósforo (P)
Azufre (Zn)
Zinc (Zn)
Boro (B)
Nitrógeno (N)
El nitrógeno (N) es clave para aumentar el rendimiento del maíz: aumenta el porcentaje total de proteínas, aceite y el peso de la espiga. Necesario ya en la siembra y especialmente en la cubierta, proporciona un inicio más rápido de la planta y define la productividad potencial del cultivo. Tiene un papel esencial en la constitución de biomoléculas y numerosas enzimas, además de ser un componente importante de ácidos nucleicos, nucleótidos, ATP, NADH, clorofila y proteínas.
Una buena disponibilidad de N, desde los momentos en que es requerido por el cultivo en grandes cantidades (aproximadamente 48 día despues de la siembra), asegura un buen crecimiento y buena provisión en el período critico (20 días antes de floración hasta 10 días después de la antesis), promoviendo un mayor rendimiento. .
Síntomas comunes del déficit de Nitrógeno:
• Coloración amarillenta de las hojas más viejas (clorosis foliar).
• Crecimiento escaso y atrofiado de las hojas.
• Necrosis en la punta de la hoja.
• Reducción del tamaño de la oreja.
• Llenado incompleto de la mazorca.
• Deformaciones de las hojas.
• Menos filas y granos por fila
Potasio (K)
El potasio (K) es el segundo nutriente más absorbido por el maíz y tiene dos funciones principales en la planta: activación de enzimas para la producción de proteínas y azúcares y acción en el control del agua presente en las células (turgencia). Contribuye a aumentar la calidad del maíz, influyendo en la masa individual de granos y el número de granos por espiga.
Síntomas comunes de la deficiencia de Potasio (K):
• Coloración amarillenta de las hojas más viejas (clorosis foliar).
• Picos estrechos y puntiagudos.
• Relleno incompleto de los granos en los extremos de las espigas.
• Reducción del tamaño de la oreja.
• Deformaciones.
• Tallos débiles, por lo que las plantas en madurez tienden a volcar con facilidad.
Fósforo (P)
Aunque el maíz no lo requiere en grandes cantidades, la deficiencia de fósforo compromete la calidad y el rendimiento de los granos. El fósforo contribuye a la rigidez del tallo y aumenta la resistencia al ataque de plagas. Es esencial para la formación de raíces y brotes, participa en la maduración de las plantas y la formación de mazorcas y granos. Para que el P no limite el crecimiento del cultivo debe estar disponible inmediatamente luego de la siembra.
Síntomas comunes del déficit de Fósforo (P):
• Crecimiento lento, plantas más pequeñas y menos vigorosas.
• Hojas de color verde oscuro y opaco, o con tinte rojo, púrpura o azulado.
Azufre (S)
El azufre es un nutriente necesario para la síntesis de proteínas y la producción de clorofila, y también es un componente de la defensa natural del maíz contra enfermedades y otras amenazas. También ayuda a la absorción de nitrógeno y está presente en todas las funciones vitales, fundamentales para el correcto crecimiento de la planta. Es un nutriente que presenta elevadas tasas de absorción a partir del estadío V5-V6. Presenta una sinergia positiva con el N, ya que un buen aprovisionamiento de N incrementa la absorción y asimilación de sulfato.
Síntomas comunes del déficit de Azufre (S):
• Hojas con coloración amarilla pálida o verde claro (clorosis), comenzando con las hojas más jóvenes, y pueden extenderse a las más viejas.
• Tonos marrón rojizo en los bordes de las hojas.
• Bajo valor nutricional de los granos.
• Bajo crecimiento de plantas.
Zinc (Zn)
El zinc es el micronutriente más relevante para el correcto crecimiento y desarrollo del maíz, contribuyendo a un buen desarrollo inicial de la planta y buen rendimiento. Además, es responsable de activar numerosas enzimas e influir en la floración y de mejorar el desarrollo inicial y el rendimiento final de los granos.
Síntomas comunes del déficit de Zinc (Zn):
• Comienzan en las bases de hojas jóvenes, originando bandas internervales cloróticas (clorosis internerval).
• Generan plantas de baja altura, al afectar el desarrollo de los entrenudos.
• Coloración amarillenta entre las venas de las hojas más jóvenes (clorosis internerval).
• Retraso en el crecimiento de las plantas.
• Anomalías en el desarrollo de hojas y tallo con tonos morados.
Boro (B)
El boro ayuda en la transferencia de azúcares y nutrientes de las hojas a los órganos reproductores del maíz, aumentando la polinización y el desarrollo de los granos. Estimula el desarrollo de las raíces y los brotes y contribuye a la formación de ramas del penacho y del estigma.
Síntomas comunes de la deficiencia de Nitrógeno::
• Aparición de rayas cerosas marrones en las hojas.
• Puntos blancos o amarillentos en las hojas.
• Crecimiento atrofiado.